Comunicado de prensa 6 de abril de 2022
Se recurrirá la condena injusta dictada en el juicio de Eternit en Nápoles
La condena de Stephan Schmidheiny por homicidio culposo es injustificada
En otro juicio de Eternit, se pronunció un fallo en primera instancia el 6 de abril de 2022: el tribunal de jurado de Nápoles condenó al Dr. Stephan Schmidheiny a tres años y seis meses de prisión por el presunto homicidio involuntario de un extrabajador de la fábrica de Eternit en Bagnoli. La sentencia infringe la ley italiana, así como los principios jurídicos fundamentales. Por tal motivo, la defensa anuncia que recurrirá esta condena injusta y seguirá luchando por la absolución de Stephan Schmidheiny en Nápoles. Asimismo, la defensa de Stephan Schmidheiny ha probado con hechos en Nápoles que las continuas acusaciones de los fiscales son insinuaciones infundadas y meras alegaciones. Stephan Schmidheiny fue el primer empresario industrial en defender de manera constante la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores encargados del procesamiento del asbesto. Si bien el tribunal de jurado de Nápoles denegó la petición de la fiscalía de condenarlo por homicidio voluntario, este no valoró plenamente las pruebas contundentes de la inocencia de Stephan Schmidheiny en su veredicto. La defensa de Stephan Schmidheiny cuenta con que la verdad y la justicia prevalezcan por completo en segunda instancia y que Stephan Schmidheiny sea absuelto. La defensa también exigirá que sea absuelto en los otros juicios de Eternit en curso en Turín y Novara.
Stephan Schmidheiny enfrenta cargos penales absurdos en Italia desde 2003: desde el inicio del primer juicio de Eternit en 2003, la fiscalía ha alegado que Stephan Schmidheiny orquestó una conspiración a escala mundial para ocultar el peligro del asbesto para la salud humana. Por puro afán de lucro, había omitido las medidas de seguridad necesarias en las fábricas italianas y, por tanto, había provocado, a sabiendas y voluntariamente, la muerte de trabajadores y residentes de las fábricas de Eternit en Italia. Estas acusaciones son ficticias y contradicen los hechos y las pruebas presentados en los juicios.
Desde abril de 2019, se lo ha sometido a juicio ante la Corte di Assise de Nápoles por la acusación de homicidio intencional de seis trabajadores y dos residentes de la fábrica de Eternit en Bagnoli (Nápoles). Los documentos históricos presentados y los varios peritajes escuchados demuestran a todas luces que Stephan Schmidheiny no es responsable de la muerte de las ocho personas. Stephan Schmidheiny dirigió el Grupo Suizo Eternit de forma responsable y de conformidad con las leyes vigentes en ese momento. Además, se tomó muy en serio los riesgos del procesamiento del asbesto que se conocían en aquel entonces: bajo su tutela, el Grupo Suizo Eternit permitió que la italiana Eternit SpA realizara cuantiosas inversiones para reforzar las medidas de seguridad. De esta manera, fue posible cumplir con las normas de “uso seguro del asbesto” vigentes en aquella época. Además, el grupo suizo instó expresamente a los gerentes locales a cumplir de manera exhaustiva con las disposiciones.
El hecho es que, en la zona industrial de Bagnoli (Nápoles), varias grandes empresas habían utilizado asbesto en sus procesos de producción durante décadas (Italsider, Cementir, Eternit). El procesamiento del asbesto fue legal en Italia hasta 1992. El proceso judicial contra Stephan Schmidheiny abarcaba los hechos ocurridos en el período de 1976 a 1986. Los descubrimientos científicos en aquella época sobre las consecuencias para la salud del procesamiento del asbesto llevaron a la comunidad mundial a suponer que el uso seguro del asbesto era posible. Para minimizar los riesgos para la salud, los estados impusieron medidas de seguridad para que las industrias redujeran la exposición al polvo. Como demostró la defensa en el juicio, el cuerpo de inspectores laborales estatales siempre había encontrado procesos de producción adecuados y acordes con las normas de seguridad en las fábricas de Eternit en Italia durante el período en cuestión, y había confirmado la enorme reducción de polvo lograda gracias a ello.
A pesar de estos hechos, el tribunal condenó a Stephan Schmidheiny por el homicidio culposo de un extrabajador. No obstante, el tribunal descartó claramente la existencia de dolo, razón por la cual seis de los presuntos delitos han prescrito. El tribunal también absolvió a Stephan Schmidheiny en uno de los casos imputados.
Sin embargo, el fallo es claramente ilegal: en Italia, se han celebrado numerosos juicios penales en los últimos años contra personas que tenían responsabilidad como gerentes en plantas de procesamiento de asbesto o que eran propietarios de estas. La jurisprudencia italiana ha desestimado la responsabilidad de las personas que ejercían su cargo solo por una parte de la exposición total de las víctimas al asbesto, ya que es imposible determinar el momento en que surgió la enfermedad.
La constatación científica de que no es posible hacer un uso seguro del asbesto no se estableció hasta finales del siglo pasado, mucho después del período que abarca el proceso judicial. Contrariamente a lo que se había postulado hasta entonces, una reducción de la exposición al polvo no es suficiente para prevenir el desarrollo del mesotelioma relacionado con el asbesto. A raíz de esta constatación, se prohibió el procesamiento del asbesto en Europa en la década de 1990. Hasta el día de hoy, la ciencia no tiene claro exactamente cuántas fibras de asbesto provocan la aparición del mesotelioma, un cáncer relacionado con el asbesto. También es imposible determinar de manera exacta cuándo comienza la enfermedad. En consecuencia, el motivo causal de las enfermedades relacionadas con el asbesto, lo cual es decisivo en los procesos penales, no puede probarse de manera fehaciente, ni en lo que respecta a la fuente de asbesto pertinente ni en lo que respecta al tiempo.
La defensa recurrirá este fallo absurdo y confía en que la verdad y la justicia prevalecerán en una próxima instancia, y que Stephan Schmidheiny será absuelto. La defensa también exigirá que sea absuelto en los otros procesos penales en curso de Eternit en Turín y Novara.
Se seguirá ofreciendo un programa humanitario para las víctimas
Comprometido con sus convicciones empresariales y filantrópicas, Stephan Schmidheiny lleva años ocupándose de las víctimas de la catástrofe del asbesto en Italia: desde 2008, ofrece indemnizaciones a antiguos empleados y residentes de las fábricas de Eternit afectados por enfermedades provocadas por el asbesto. Para poder ayudar a los afectados de forma sencilla y sin trámites burocráticos, se puede acceder a la oferta a través del sitio web www.offerta-eternit.it. Entretanto, más de 2000 personas han aceptado la oferta. Se han pagado indemnizaciones en elevadas cifras millonarias. Stephan Schmidheiny seguirá ofreciendo este programa humanitario en favor de las víctimas de esta tragedia social.
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Para más información:
Lisa Meyerhans, responsable de comunicaciones del Dr. Stephan Schmidheiny,
correo electrónico: info@meyerhanspartner.ch
Prof. Dr. Astolfo Di Amato, abogado principal del Dr. Stephan Schmidheiny,
correo electrónico: astolfodiamato@diamato.eu
Datos sobre Stephan Schmidheiny y las fábricas de Eternit en Italia
Stephan Schmidheiny es considerado en todo el mundo un pionero a la hora de afrontar los riesgos del procesamiento del asbesto. Asumió la dirección del Grupo Suizo Eternit (Swiss Eternit Group, SEG) de manos de su padre en 1976 a la edad de 28 años. Cuando Stephan Schmidheiny asumió el cargo, SEG tenía una extensa red de participaciones minoritarias en las fábricas de Eternit en 32 países. En Italia, SEG tenía una participación en Eternit SpA. La filial italiana de Eternit se fundó en 1906 y realizaba sus operaciones en las fábricas de Casale Monferrato, Cavagnolo, Bagnoli (Nápoles), Rubiera y Siracusa.
Stephan Schmidheiny nunca había ocupado personalmente un puesto en la italiana Eternit SpA. Nunca formó parte de la junta directiva ni de la gerencia del holding italiano Eternit SpA, ni ocupó un puesto en alguna de sus fábricas. Entre 1973 y la quiebra de Eternit SpA en 1986, SEG fue el principal accionista, razón por la cual este período se denomina “período suizo” en el proceso judicial de Eternit. El procesamiento del asbesto se prohibió en Italia en 1992.
Inversiones en miles de millones
El hecho es que SEG nunca obtuvo ganancias de la italiana Eternit SpA durante el llamado “período suizo” (1973-1986). Por el contrario, SEG permitió que el holding italiano Eternit SpA realizara cuantiosas inversiones por un total de 89 000 millones de liras a través de aumentos de capital y préstamos, sobre todo, para mejorar la seguridad laboral. Gracias a las inversiones, fue posible cumplir con las normas de seguridad de “uso seguro” en las fábricas de Eternit SpA. Estas normas reconocidas a nivel internacional también fueron difundidas en esa época por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En Italia, aproximadamente 1000 empresas utilizaban asbesto en su producción. El Estado italiano recién comenzó a regular el procesamiento del asbesto después del cierre de las fábricas y la quiebra de Eternit SpA en 1986.
En 1983, la UE había emitido la Directiva 83/477/CEE sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al asbesto durante el trabajo. Esta directiva establecía la concentración máxima admisible de fibras de asbesto en las instalaciones industriales y debería haber sido incorporada a la legislación nacional de los Estados miembros a principios de 1987 a más tardar. En una sentencia de diciembre de 1990, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que Italia no había incorporado esta directiva y, por tanto, había incumplido sus obligaciones en virtud del Tratado CEE. No fue hasta 1991 que el Estado italiano emitió una directiva con este fin, seguida de una prohibición general del asbesto en marzo de 1992.
Al aplicar normas de seguridad reconocidas a nivel internacional, SEG impuso normas mucho más estrictas a los procesos de producción de la italiana Eternit SpA que el Estado italiano y los competidores de Eternit.
En una sentencia de Eternit, el máximo tribunal italiano también se pronunció sobre la situación de las fábricas de Eternit y sobre el conocimiento de la naturaleza nociva del asbesto en ese entonces. Según esta sentencia escrita del Tribunal de Casación, publicada en mayo de 2018, lo que se sabía en aquella época en el Estado y en la industria era que el uso seguro del asbesto era posible, razón por la cual el procesamiento del asbesto estuvo permitido en Italia hasta 1992. En su sentencia, el Tribunal de Casación también señaló que, durante el “período suizo”, el cuerpo de inspectores laborales estatales siempre había comprobado que se cumplía con las normas relativas a los procesos de producción en las fábricas de Eternit y así lo había confirmado.
Antecedentes de los juicios de Eternit en Italia
Entre 2009 y 2014, se celebró en los tribunales italianos el primer juicio de Eternit, conocido como el “maxijuicio”. El fiscal turinés Raffaele Guariniello acusó a Stephan Schmidheiny de causar una catástrofe de manera intencionada (art. 435 del código penal italiano [Codice Penale, C. P.]) y de no tomar medidas de seguridad deliberadamente (art. 437, C. P.). Como resultado, miles de empleados y residentes de las antiguas fábricas de Eternit estuvieron expuestos al polvo de asbesto y, por lo tanto, murieron de enfermedades relacionadas con este mineral. A finales de 2014, este juicio concluyó con la absolución de Stephan Schmidheiny. El máximo tribunal italiano, la Corte Suprema di Cassazione, determinó que los delitos penales de los que se acusaba a Stephan Schmidheiny ya habían prescrito antes de que comenzara el juicio en primera instancia. Por tal motivo, el Tribunal de Casación no examinó ninguna cuestión de fondo y sostuvo que no debería haberse celebrado el primer juicio penal.
A pesar de esta absolución, el fiscal turinés Raffaele Guariniello presentó nuevos cargos en contra de Stephan Schmidheiny a finales de 2014. Estas diligencias se conocen como “Eternit bis”. La fiscalía reprodujo la acusación formal del primer juicio de Eternit casi al pie de la letra y solo cambió el cargo a “homicidio doloso”. La mayoría de las 258 personas afectadas por enfermedades provocadas por el asbesto ya figuraban como víctimas en el primer juicio de Eternit. Es evidente que se trataba de una repetición de hechos que ya habían sido juzgados de manera legal por todas las instancias y, por tanto, de una violación del principio que prohíbe la nueva aplicación de pena por el mismo hecho (ne bis in idem).
Sin embargo, el cargo en Turín fue examinado en un procedimiento judicial preliminar (udienza preliminare). En noviembre de 2016, el tribunal de Turín responsable de la audiencia preliminar consideró que la intencionalidad no era verosímil y, tras modificar el cargo a homicidio culposo, decidió que solo la planta de Cavagnolo correspondía a la competencia territorial de la fiscalía de Turín y, por tanto, del tribunal de Turín. En consecuencia, el tribunal remitió los casos relacionados con las plantas de Casale Monferrato y Bagnoli (Nápoles) a las fiscalías competentes para su investigación.
La fiscalía de Turín recurrió esta decisión ante el máximo tribunal italiano. En diciembre de 2017 (en una sentencia escrita de mayo de 2018), el Tribunal de Casación confirmó en su totalidad las decisiones tomadas en las diligencias preliminares de Turín y declaró de manera explícita que la acusación de intencionalidad era una afirmación jurídicamente inviable de la fiscalía. En este contexto, la acusación formal conocida como “Eternit bis” se ha dividido ahora en tres vertientes procesales:
“Eternit bis: Torino”: procedimientos relativos a la fábrica de Eternit en Cavagnolo (Piamonte); el tribunal de Turín está a cargo. Acción penal: homicidio culposo de dos personas. Procedimientos en primera instancia entre el 14 de junio de 2017 y el 23 de mayo de 2019. Sentencia en primera instancia (oral) del 23 de mayo de 2019 (escrita el 10/7/2020): condena a cuatro años de prisión por homicidio culposo de dos personas (un trabajador y un residente de la fábrica de Eternit en Cavagnolo). El 24 de septiembre de 2020, la defensa recurrió el fallo en primera instancia. Mediante citación judicial del 2 de febrero de 2022, el Tribunal de Apelación de Turín fijó el inicio de los procedimientos en segunda instancia para el 3 de marzo de 2022. En la audiencia del 3 de marzo de 2022, la fiscalía y las partes civiles solicitaron la confirmación de la sentencia en primera instancia. La próxima audiencia se celebrará el 18 de mayo de 2022, en la que se presentarán los alegatos de la defensa. El Tribunal de Apelación decidirá posteriormente; se espera que se dicte el fallo en segunda instancia en los meses de verano de 2022.
“Eternit bis: Casale Monferrato/Novara”: procedimientos relativos a la fábrica de Eternit en Casale Monferrato. El tribunal de jurado (Corte di Assise) de Novara es competente. Los procedimientos en primera instancia sobre el homicidio intencional de 392 personas (62 trabajadores y 330 empleados) están en marcha desde el 9 de junio de 2021. Entre tanto, se han celebrado 25 audiencias. El juicio se encuentra en la fase de recepción de pruebas; se han programado audiencias hasta julio de 2022. Se espera que se dicte el fallo en otoño.