Nota de prensa
7 de junio de 2023
La defensa de Stephan Schmidheiny apelará el veredicto en el procedimiento Eternit en Novara
La sentencia de homicidio culposo constituye una violación de la legislación italiana
En Novara, Piamonte, el 7 de junio de 2023 se dictó sentencia de primera instancia en el tercero de los juicios “Eternit bis” actualmente en curso: el tribunal de jurados en Novara sentenció a Stephan Schmidheiny a 12 años de prisión por el presunto homicidio culposo de 147 personas que fueron trabajadores y residentes de la fábrica Eternit en Casale Monferrato. El tribunal acertadamente rechazó la absurda solicitud de la fiscalía de homicidio intencional de 392 personas. Sin embargo, en el fallo no apreció a plenitud la clara evidencia de la inocencia de Schmidheiny. Al igual que en los demás juicios “Eternit bis” en curso en Turín y en Nápoles, este veredicto también constituye una violación de la legislación italiana y de principios jurídicos fundamentales. Por lo tanto, la defensa apelará ante tal error judicial. Seguirá luchando hasta lograr la absolución plena de Stephan Schmidheiny en los tres procedimientos y se valdrá de las instancias superiores de los respectivos tribunales para establecer su inocencia. Así mismo, la defensa del empresario suizo ha probado más allá de toda duda razonable en Novara, mediante hechos históricos y con evidencia científica, que las denuncias formuladas constituyen alegatos sin fundamento y simples acusaciones. En lo referente al procesamiento de asbesto, Schmidheiny fue el primer industrial en el mundo que consistentemente veló por la protección de la salud y seguridad de los trabajadores, mucho tiempo antes de las respectivas prohibiciones nacionales al procesamiento de ese material. A pesar de las acusaciones maliciosas, Schmidheiny sigue llevando el programa humanitario para la compensación de las víctimas del desastre por asbesto en Italia, programa que ha liderado desde 2008.
Stephan Schmidheiny ha enfrentado cargos penales infundados en Italia durante 20 años: desde el inicio del primer juicio Eternit en 2004, la fiscalía ha alegado que Stephan Schmidheiny, heredero a los 28 años de edad de un conglomerado industrial, habría orquestado una conspiración mundial para ocultar los daños del asbesto a la salud humana. Presuntamente, no tomó las medidas de seguridad necesarias en las fábricas italianas por pura avaricia de lucro, y por ello a sabiendas e intencionalmente causó la muerte de trabajadores y residentes de las fábricas italianas de Eternit. Estas acusaciones son totalmente insostenibles y contradicen los hechos y las pruebas presentadas en los procedimientos judiciales. El asbesto fue considerado como el material del futuro a nivel mundial durante casi 100 años. Lamentablemente, no fue hasta hace poco que la comunidad global se percató del daño que podían sufrir las personas por su manipulación.
Desde junio de 2021, la acusación de homicidio doloso de 62 trabajadores y 330 residentes de la fábrica de Eternit en Casale Monferrato ha sido considerada por la Corte d’Assise de Novara. El pueblo de Piedemonte de Casale Monferrato se ha visto afectado sobremanera por las muertes relacionadas con el asbesto debido al gran número de fábricas que han utilizado el asbesto en sus procesos de producción durante décadas y con motivo del uso indebido a gran escala de los desechos de asbesto por parte de la comunidad en las casas particulares y en las áreas públicas, como las calles y las plazas. El juicio abarcó el período entre 1976 y 1986, durante el cual Stephan Schmidheiny se encontraba al mando del Grupo Eternit Suizo. El procesamiento de asbesto fue prohibido en Italia en 1992. Los documentos históricos presentados durante los procedimientos y los diversos peritos que se expresaron al efecto claramente probaron que Schmidheiny no fue responsable por las muertes. Schmidheiny manejó el Grupo Eternit Suizo de manera responsable y conforme a las leyes vigentes en el momento. Así mismo, se tomó muy en serio los riesgos del procesamiento de asbesto que entonces eran conocidos: Bajo sus auspicios, el Grupo Eternit Suizo habilitó a su filial, la sociedad italiana Eternit SpA, para realizar enormes inversiones en aumentar las medidas de seguridad. Ello posibilitó el cumplir con las normas de producción para el “uso seguro del asbesto” vigentes para ese entonces. El grupo suizo también había pedido explícitamente a los gerentes responsables a nivel local cumplir estrictamente con la normativa aplicable. Por otra parte, en la fábrica de Casale Monferrato, la distribución de desechos de asbesto al público en general estaba estrictamente prohibida durante el denominado “Período Suizo”. Stephan Schmidheiny no era ni miembro de la gerencia operacional ni de la junta directiva de la empresa italiana de control Eternit SpA. Tampoco tenía cargo alguno en las fábricas locales.
Durante los años 70 y 80, los hallazgos científicos sobre los efectos en la salud del procesamiento del asbesto llevaron a la comunidad global a pensar que su uso era seguro. Para minimizar los riesgos los estados en ese momento implementaron medidas de seguridad para las industrias, con el fin de reducir la exposición al polvo. Según fue probado en el juicio, las inspectorías laborales del estado siempre determinaron que los procesos de producción en las fábricas de Eternit se encontraban en cumplimiento con las normas de seguridad en Italia durante el referido período.
Solo se determinó que no existe uso seguro del asbesto al final del siglo pasado – mucho después del período al que se refiere el juicio. Contrario a lo que había sido postulado hasta ese entonces, la reducción de la exposición al polvo no es suficiente para prevenir la contracción del tipo de cáncer relacionado con el asbesto – mesotelioma. Dicha determinación luego llevó a las prohibiciones sobre el procesamiento de asbesto en Europa en los 90. Hasta el día de hoy, sigue siendo científicamente incierto exactamente cuántas fibras de asbesto conllevan el mesotelioma. También es imposible determinar exactamente cuándo comienza la enfermedad. De tal manera, la causalidad de las enfermedades relacionadas con el asbesto, la cual es determinante en un juicio penal, no puede ser probada más allá de la duda razonable, ni en cuanto a la fuente de asbesto correspondiente, ni en lo que se refiere a su génesis.
A pesar de estos hechos, el tribunal condenó a Stephan Schmidheiny por homicidio culposo. Ahora bien, el tribunal dictaminó claramente que no hubo dolo, lo que explica por qué más de la mitad de los presuntos delitos se encuentran prescritos. Por otra parte, el tribunal lo absolvió en 46 casos. Sin embargo, el fallo claramente es ilícito, ya que tampoco se le puede imputar negligencia. El procesamiento de asbesto era legal y Schmidheiny, como funcionario responsable de mayor jerarquía del Grupo Suizo Eternit, en todo momento actuó diligentemente.
Más aún, en Italia, se han intentado muchos procesos penales durante recientes años en contra de personas que fueron gerentes de plantas de procesamiento de asbesto o que fueron dueños de tales plantas. La jurisprudencia italiana siempre ha excluido la responsabilidad penal de estas personas, en el caso que únicamente hayan ocupado sus cargos durante parte de la exposición total de las víctimas al asbesto. Esto se debe a que el momento del padecimiento inicial de la enfermedad no puede ser determinado. Esto pareciera no aplicarse al caso de Schmidheiny.
Se mantendrá el programa humanitario para las víctimas
Gracias a sus convicciones empresariales y filantrópicas, Stephan Schmidheiny se ha estado ocupando de las víctimas de la catástrofe del asbesto en Italia durante años: desde 2008, ha ofrecido compensación a quienes fueron empleados y residentes de las fábricas de Eternit y se vieron afectados por enfermedades debidas al asbesto. Durante este período, más de 2.000 personas han aceptado la oferta. Se ha pagado indemnizaciones en cifras multimillonarias. Stephan Schmidheiny seguirá llevando dicho programa humanitario a favor de las víctimas de esta tragedia social.
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Para mayor información:
Lisa Meyerhans, Gerente de Comunicaciones para el Dr. Stephan Schmidheiny, correo electrónico: info@meyerhanspartner.ch
Prof. Dr. Astolfo Di Amato, asesor principal para el Dr. Stephan Schmidheiny, correo electrónico: astolfodiamato@diamato.eu
Hechos referentes a Stephan Schmidheiny y las fábricas Eternit en Italia
Stephan Schmidheiny es reconocido mundialmente como pionero en el manejo de los riesgos del procesamiento de asbesto. Asumió la gerencia del Grupo Suizo Eternit SEG de manos de su padre en 1976, a la edad de 28 años. Cuando asumió el cargo, SEG contaba con una extensa red de intereses minoritarios en fábricas Eternit en 32 países. En Italia, SEG contaba con una participación en Eternit SpA. La sociedad italiana Eternit SpA fue fundada en 1906 por el italiano Alfredo Mazza. Operaba fábricas en Casale Monferrato, Cavagnolo, Napoli Bagnoli, Rubiera y Siracusa.
Stephan Schmidheiny nunca ocupó personalmente ningún cargo en la sociedad italiana Eternit SpA. Nunca fue miembro del directorio ni de la gerencia de la sociedad de control italiana Eternit SpA, ni tampoco ocupó ningún cargo en ninguna de las fábricas de Eternit SpA. Desde 1973, y hasta la quiebra de Eternit SpA en 1986, SEG fue el principal accionista, por lo cual a ese período se le conoce como el “Período Suizo” en los procedimientos de Eternit. El procesamiento de asbesto fue prohibido en Italia en 1992.
Inversiones multimillonarias
SEG nunca obtuvo ganancias de la sociedad italiana Eternit SpA durante lo que se ha denominado el “Período Suizo” (1973-1986). Al contrario, SEG permitió a la empresa de control italiana Eternit SpA realizar enormes inversiones por un total de 89 mil millones de liras, mediante aumentos de capital y préstamos, en especial hacia la mejora de la seguridad laboral. Dichas inversiones hicieron posible que las fábricas de Eternit SpA cumplieran con las normas de seguridad para el “uso seguro”. Dichas normas internacionales fueron propagadas en ese entonces por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En Italia, unas 1.000 empresas utilizaron asbesto en su producción. El Estado italiano solo comenzó a regular el procesamiento del asbesto tras el cierre de las fábricas de Eternit y la quiebra de Eternit SpA en 1986. La UE habría emitido una directiva sobre la protección de los trabajadores ante los riesgos de la exposición al asbesto en el trabajo en 1983. Dicha directiva estableció la concentración máxima permisible de fibras de asbesto en las instalaciones industriales y debió transponerse a la legislación nacional en los estados miembros para comienzo de 1987, a más tardar. En una sentencia de diciembre de 1990, la Corte de Justicia de la Unión Europea determinó que Italia no había transpuesto dicha directiva y, por lo tanto, había incumplido con sus obligaciones. No fue hasta 1991 que el estado italiano emitió una directiva a tal efecto, seguida por la prohibición general del uso de asbesto en marzo de 1992. Mediante la aplicación de normas de seguridad de reconocimiento internacional, SEG implementó normas mucho más estrictas a los procesos de producción de la sociedad italiana Eternit SpA varios años antes de que el Estado italiano y la competencia de Eternit. Las grandes inversiones en seguridad se encuentran entre las razones por las que la sociedad italiana Eternit SpA ya no pudo producir de manera competitiva, situación que la llevó a la quiebra.
En una de las sentencias de Eternit, la Corte Suprema Italiana también comentó acerca de la situación en las fábricas de Eternit en ese entonces y sobre el conocimiento acerca del peligro del asbesto. Según esta sentencia escrita del Tribunal de Casación, publicada en mayo de 2018, el conocimiento en aquella época tanto en el Estado como en la industria suponía que era posible el uso seguro del asbesto, por lo cual se permitió el procesamiento de ese material en Italia hasta 1992. En su dictamen, el Tribunal de Casación también señaló que las inspecciones laborales del Estado habían determinado que los procesos de producción en las fábricas de Eternit se ajustaban a las normas durante el “Período Suizo”.
Antecedentes a los juicios de Eternit en Italia
Entre 2009 y 2014, el primer juicio de Eternit, conocido como el “juicio Maxi” se llevó a cabo en los tribunales italianos. El fiscal de Turín, Raffaele Guariniello acusó a Stephan Schmidheiny de causar intencionalmente un desastre (Art. 435 Código Penal Italiano, C.P.) y de dolosamente dejar de tomar medidas de seguridad (Art. 437 C.P.). Por ese motivo, miles de empleados y residentes de las que fueron fábricas de Eternit estuvieron expuestos a polvo de asbesto y, por lo tanto, murieron de enfermedades relacionadas al material. A fines de 2014, el juicio finalizó con la absolución de Stephan Schmidheiny. El supremo tribunal de Italia – la Corte Suprema di Cassazione – dictaminó que los delitos penales que se le habían imputado habían prescrito antes de comenzar el juicio en primera instancia. Por lo tanto, la Corte de Casación no evaluó temas de fondo y determinó que no se debió haber realizado el primer juicio penal.
A pesar de la referida absolución, el fiscal de Turín, Raffaele Guariniello, imputó nuevos cargos a Stephan Schmidheiny a final de 2014. Dichos procedimientos se conocen como “Eternit bis”. La fiscalía asumió la acusación del primer juicio de Eternit prácticamente al pie de la letra, cambiando únicamente la imputación a “homicidio doloso”. La gran mayoría de los casos también fueron listados como víctimas en el primer juicio de Eternit. Evidentemente, esta es una reiteración de los hechos que ya han sido juzgados en todas las instancias y, por ende, constituye una violación del principio de procesamiento reiterativo (“ne bis in idem”).
Sin embargo, la imputación fue examinada en Turín en un procedimiento judicial preliminar. En noviembre de 2016, el tribunal a cargo de la investigación preliminar en Turín determinó que no podría adjudicarse dolo y, por lo tanto, modificó la imputación a homicidio culposo. Al mismo tiempo, el tribunal determinó que únicamente la planta de Cavagnolo estaría dentro de la jurisdicción de la fiscalía de Turín y, por ende, del tribunal de Turín. Con motivo de lo anterior, el tribunal refirió los casos relacionados con las fábricas de Casale Monferrato y Napoli Bagnoli a las fiscalías competentes locales para su investigación.
La fiscalía de Turín apeló la referida decisión al supremo tribunal de Italia. En diciembre de 2017 (sentencia escrita de mayo de 2018), la Corte de Casación confirmó plenamente las conclusiones de los procedimientos preliminares en Turín, en las que se excluía la existencia del dolo. Frente a este antecedente, el procedimiento conocido como “Eternit bis” ahora se ha dividido en tres vías procesales. Además de los procedimientos en Novara referentes a la fábrica de Casale Monferrato, estas son las otras dos causas:
“Eternit to – Turín”
En los procedimientos referentes a la fábrica de Eternit en Cavagnolo (Piedemonte) el responsable es el tribunal de Turín. Tras una sentencia en primera instancia de 4 años de prisión por el homicidio culposo de 2 personas en mayo de 2019, el Tribunal de Apelaciones de Turín modificó esta sentencia a favor de Stephan Schmidheiny en febrero de 2023. El tribunal absolvió a Stephan Schmidheiny en pleno por la imputación del homicidio culposo del residente. Con respecto a la muerte por asbestosis del trabajador, el tribunal reconoció la existencia de circunstancias mitigantes y lo sentenció a prisión condicional por 1 año y 8 meses. Una vez que el veredicto escrito se encuentre disponible, la defensa lo apelará ante la Corte Suprema de Italia y exigirá que sea igualmente absuelto por la muerte del trabajador.
“Eternit to – Napoli”
Juicio sobre la fábrica de Eternit en Napoli Bagnoli, Campania. Entre abril 2019 y abril 2022 se desarrolló el procedimiento en primera instancia ante el jurado de Nápoles por el homicidio doloso de 6 trabajadores y 2 residentes. El veredicto de primera instancia (oral) de 6 de abril de 2022 fue condena por el homicidio culposo de un extrabajador de la fábrica Eternit en Bagnoli, a 3 años y 6 meses de prisión. La defensa ha apelado esta sentencia. La fiscalía no ha apelado. Se espera que los procedimientos de segunda instancia comiencen a finales de 2023.